Hoy os traigo una receta que más de una vez me ha sacado del apuro de una merienda con amigotes de los nenes, de un desayuno rico, rico de domingo... los puedes improvisar en el momento, son más que fáciles y rapidísimos de hacer. No necesitas robot, varillas... ni nada.. con una espátula suficiente.
Lo de improvisar lo digo porque la mayoría de las recetas requieren todos los ingredientes a temperatura ambiente (sobre todo la mantequilla), en este caso como va derretida.... puedes permitirte el lujo de pensar en ellos y ponerte manos a la obra. Con los huevos es diferente, cuando no los he sacado con antelación de la nevera hago un truquillo que va muy bién, los sumerjo en agua caliente (no hirviendo) unos minutos y listos para utilizar.
Pues dicho todo esto comenzamos con los ingredientes:
- 280 gr. harina de repostería
- 175 gr. azúcar moreno
- 1/2 cucharadita de levadura royal
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 170 ml. de leche
- 150 gr. mantequilla derretida
- 2 huevos L
- 200 gr. perlitas de chocolate
Lo primero precalentamos el horno a 200 ºC, en este caso, he utilizado unas cápsulas rígidas que no necesitan bandeja especial para hornear, directamente los he puesto sobre la rejilla.
En un bol ponemos todos los ingredientes secos, la harina, la levadura, el bicarbonato y las pepitas. Removemos hasta que quede más o menos todo mezclado.
En otro bol ponemos todos los líquidos, los huevos, la mantequilla derretida y la leche. Batimos hasta que estén integrados.
Ahora volcamos los líquidos en el bol de los secos, removemos con la espátula y.... LISTO!!! Os recomiendo hacer pocos movimientos (unos doce, catorce) y como si trazárais una J. Parecen pocos pero ya veréis como son suficientes para que todo esté integrado. No importa que queden grumos de harina luego desaparecen,
Llevamos la masa a las cápsulas, procurad echar la misma cantidad en todos para que más o menos sean del mismo tamaño.
Horneamos unos 17 minutos o hasta que al pinchar con la varilla salga limpio.
Y mirar que pinta tienen... lo mejor... el olorcito bueno, bueno que queda por toda la casa.
Dejamos enfriar en una rejilla hasta que podáis resistir, porque calentitos están de muerte.
Bueno con esta receta si que hay que animarse, hasta mi hermana (anti-repostería total) los ha hecho y .... acompañada de mis tres sobris ¡¡¡eso si que es mérito!!!
Ana
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